Inevitable y Luna
Eres una ausencia blanca y luminosa
Tan presente que pareces cercana
Pero estás lejos y tan inalcanzable
Convertida en anhelo desde siempre
Tan fugaz, tan perenne y pasajera
Tu me llenas tan sólo de mirarte
Y no eres suficiente nunca, Luna.
Cómo hacemos con esta inconsistencia
Eres todo y la nada en cada instante
Mariposa de hielo que no alcanzo
Luminosa caricia que me abraza
Eres mi paradoja favorita
El espejo más fiel de mi inconstancia
La constancia más fiel de mis deseos
Si tan sólo no huyeras sigilosa
Si pudiera tocar tu rostro de ángel
Pero no puedo nunca retenerte
Atrapar tu blanquísima substancia
Eres libre ineludiblemente
Y, qué irónico, yo soy tu esclava.
--Lilyan de la Vega
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